¿Qué no te puedes perder si viajas a El Hierro?
El Hierro es la isla más pequeña de Canarias después de La Graciosa. Sin embargo, hay muchas cosas que ver en esta increíble isla, conocida por tener una de las reservas marinas más espectaculares del archipiélago canario. No encontrarás paradisiacas playas pero sí preciosos charcos naturales, paisajes insólitos, pueblitos pintorescos, bosques de cuento y, vayas a donde vayas, mucha tranquilidad.
La Restinga
Es un pueblo pesquero situado al sur de la isla y el punto más meridional de toda España. Su principal atractivo está en la tranquilidad y la calma de sus aguas, lejos del turismo de masas. Pero si destaca por algo en particular, es por su fondo marino, de una riqueza extraordinaria, lo que la convierte en un lugar ideal para la práctica del buceo tanto para profesionales como para principiantes.
En la Restinga hay varios clubs de submarinismo donde cualquier visitante puede acudir para descubrir la Reserva marina del Mar de las Calmas, una de las mejores zonas de inmersión del archipiélago canario.
La Restinga además cuenta con un amplia oferta de apartamentos de alquiler para aquellos que quieran alojarse en esta localidad así como restaurantes donde comer delicioso pescado fresco y degustar la gastronomía local con sabor a mar.
El Sabinar
Es el hogar del símbolo por excelencia de El Hierro, la sabina canaria. Se trata de un árbol muy resistente que se puede encontrar en las islas de El Hierro, La Gomera, La Palma, Tenerife y Gran Canaria. En este lugar, adquiere una forma única, pues el fuerte viento alisio sopla sin descanso esculpiendo y dando a estos árboles formas peculiares y asombrosas, creciendo incluso en paralelo al suelo.
Está situado en La Dehesa, una meseta localizada en el extremo oeste de la isla y que se inicia en el mar hasta alcanzar la cota de 900 metros de altitud. Para llegar a El Sabinar debes tomar el trayecto que transcurre por la carretera HI-506. El último tramo de unos 500 metros es de tierra muy accidentado, por lo que, si no quieres complicarte la vida, puedes hacer esta parte del recorrido a pie.
Es más que recomendable dar un paseo por alguno de los senderos que atraviesan la zona. Sacar unas preciosas fotografías del lugar. Pararse a contemplar sus caprichosas formas. Disfrutar del paisaje. Este sitio, como muchos otros de El Hierro, te dan mucha paz y tranquilidad.
Faro de Orchilla
Después de visitar el Sabinar, otra parada que debes anotar en tu lista de cosas que ver en El Hierro es el Faro de Orchilla, o también conocido como el Faro de Punta de Orchilla. Se trata de uno de los edificios civiles más característicos e importantes de la isla y que está en un enclave geográfico cargado de historia.
Está ubicado en el oeste de la isla y se puede acceder fácilmente con coche. Realmente no es una edificación antigua, pues su primer encendido data del año 1933. Sin embargo, su construcción solitaria en un entorno de gran belleza natural, en mitad del paisaje volcánico y el Océano Atlántico de fondo lo convierten en un lugar especial, perfecto para los amantes de la fotografía.
Si hay algo de especial de este faro, es su ubicación, enclavado en la Punta de Orchilla, lugar en el que los franceses establecerían el meridiano cero en el año 1634 y cuya referencia fue ampliamente aceptada y utilizada por los mapas hasta su cambio definitivo a la ciudad de Greenwich en 1885. Por esta razón, se conoce a la isla de El Hierro como la “Isla del Meridiano”.
Añadir que este sitio, al estar alejado de núcleos poblacionales, con escasa contaminación lumínica, destaca por la limpieza y calidad de su cielo, lo que permite ver las estrellas en un ambiente de total tranquilidad.
Las mejores playas de El Hierro
En la isla de El Hierro no solemos encontrar muchas playas, pues con aproximadamente 1,1 millones de años, se trata de la más joven del archipiélago canario en términos geológicos. Los procesos erosivos no han tenido el suficiente tiempo para formar grandes playas como sí encontramos en islas como Lanzarote y Fuerteventura. Por esta razón, en El Hierro es más común encontrarnos gran cantidad de charcos y piscinas naturales que están habilitadas para el baño.
Playa del Verodal
Con todo ello, hay algunas playas que merece la pena visitar por su singularidad paisajística. La playa del Verodal es una de ellas. Situada en el noroeste de la isla, se trata de una playa salvaje y de unos 140 metros de largo, cuya característica principal es el color rojizo de su arena.
No es apta para el baño por sus fuertes corrientes y por estar situada bajo un acantilado donde pueden caer rocas. No hay servicios, ni socorrista, ni comercios a su alrededor. Sin embargo, eso es precisamente lo que la hace especial.
Playa del Tacorón
Otra playa similar pero con la particularidad de tener aguas más tranquilas. La Playa de Tacorón se encuentra ubicada en el suroeste de la isla y está bañado por el conocido como Mar de las Calmas que, como su propio nombre indica, se trata de aguas calmadas, aptas para el baño.
Es una pequeña playa muy pintoresca pues, al igual que El Verodal, su arena es rojiza. Junto con el azul del mar, forma un paisaje espectacular y que no te puedes perder. Lo ideal es visitarla con la bajamar, pues tendrás la oportunidad de ver la playa más grande.
Playa Arenas Blancas
Se encuentra al noroeste de la isla de El Hierro, a 3 kilómetros de la Playa del Verodal, por lo que podrás visitar ambas el mismo día. Rodeada de impresionantes acantilados y enclavada en un paisaje natural excepcional, se trata de una playa muy poco concurrida y que destaca por ser la única playa de la isla, cuya arena, tiene un color blanquecino.
Lagartario y Ecomuseo y tunel volcánico de Guinea
Si cuando vas de viaje, te encanta visitar lugares en los que te enseñen algo interesante del lugar, en El Hierro tienes la posibilidad de visitar el Ecomuseo y tunel volcánico de Guinea, y el lagartario.
Ecomuseo y tunel volcánico de Guinea
En el Valle del Golfo en Frontera, a pie del risco de Tibataje, nos encontramos con el Poblado Arqueológico de Guinea, uno de los yacimientos arqueológicos más antiguos de la isla y que, hoy en día, se ha convertido en un ecomuseo.
Mediante una visita guiada, conoceremos la historia del poblado desde que comenzó a habitarse por los bimbaches, los aborígenes de la isla de El Hierro antes de la conquista española en el siglo XV, y la posterior evolución de las viviendas con sus enseres desde la época de la conquista hasta el siglo XX.
En este mismo emplazamiento y como visita independiente, se puede visitar el túnel volcánico de Guinea. Se tata de una visita, también guiada, en el que podrás adentrarte en un tubo volcánico de casi 90 metros de largo y conocer más sobre la formación de estas sorprendentes estructuras geológicas.
Centro de recuperación del Lagarto Gigante de El Hierro
Está ubicado en el mismo enclave que el ecomuseo. Este centro fue creado para proteger y conservar el lagarto de El Hierro, el galliota simonyi, declarado el reptil más amenazado de Europa y entre los cinco con mayor peligro de extinción del mundo. De hecho, se creía que ya estaba extinguido hasta que en 1974 un pastor descubre de nuevo algunos ejemplares.
Mediante una visita guiada puedes conocer más acerca de esta especie, conocer el trabajo del equipo responsable de su conservación y contemplar algunos ejemplares, lo cuales, pueden llegar a medir hasta 60 centímetros.
Mirador de la Peña
Está ubicado en Guarazoca, al norte de la isla. Las vistas aquí son increíbles. Impresiona el imponente Valle de El Golfo, un risco que se eleva hasta los 1000 metros de altura sobre el nivel del mar y por el que antiguamente los pastores transitaban para desplazarse hacia otros lugares de la isla.
El edificio fue ideado por el artista lanzaroteño César Manrique. Esta es otra de sus preciosas obras en las que utiliza los recursos del entorno para que estén perfectamente mimetizados con el paisaje creando un ambiente fresco y acogedor. En su interior hay un restaurante en el que disfrutar de la gastronomía local.
El Pueblo de Tamaduste
Tamaduste es un pequeño pueblo pesquero situado muy cerca del aeropuerto de El Hierro. Rodeado de un paisaje volcánico, hace que sea uno de los lugares más pintorescos de la isla. Merece la pena disfrutar de un relajante paseo por su tranquila avenida y recorrer sus calles, donde salta a la vista su esencia marinera.
Todo gira entorno a su gran piscina natural, de aguas cristalinas y protegida contra el oleaje, perfecta para darse un chapuzón o hacer snorkel y disfrutar de su bello fondo marino. Se recomienda ir con marea alta pues a la bajamar vacía bastante. Este lugar está bien acondicionado con un solárium para tomar el sol y espacios con acceso a personas con movilidad reducida.
Este encantador pueblito tiene un mirador en altura al que se puede llegar a pie y desde donde puedes disfrutar de una fantástica panorámica.
El Charco Azul, la piscina natural más espectacular de Canarias
Parece que está hecho a medida, pero no. El Charco Azul es una piscina natural creada por la madre naturaleza. Lo cual la hace aún más espectacular. Lo único que ha hecho el hombre es adaptarla para que su acceso sea más sencillo.
El Charco Azul está situado en El Golfo, en la zona norte de la isla. Para llegar tienes que ir por la carretera HI-551 y desviarte a la Calle Charco Azul donde llegarás a un parking. Una vez aparcado el coche, deberás descender por una escalera de piedra hasta la orilla del mar.
Lo mejor viene ahora, cuando llegas al charco. Una pequeña gruta de origen volcánico y con una forma caprichosa que combina a la perfección con el tono turquesa del agua. Algo idílico. Sin duda merece la pena darse un baño e inmortalizar el momento.
La zona de baño no ha sido alterada por el hombre por lo que puede ser recomendable ir con calzado tipo cangrejera o escarpín si eres sensible a las rocas. La entrada sí ha sido acondicionada e incluso hay un solárium de madera perfecto para tomar el sol y poder estar cómodo si pretendes quedarte un buen rato.
Sin duda este lugar no te lo puedes perder. Merece la pena visitar esta joya natural y, admirar sus contrastes, escuchar el sonido envolvente de las olas y respirar la tranquilidad que transmite.
La Llanía y su ruta circular
¿Creías que en El Hierro no había bosques? Pues te equivocas. Más allá de ser un destino referente de buceo y a pesar de ser una isla pequeña, también puedes encontrar bosques en los que te quedarás boquiabierto.
El sendero de La Llanía es perfecto para ver el lado más verde de la isla. Se trata de una ruta circular muy bien señalizada y de baja dificultad en el que te adentra en un magnífico vergel de bosques de laurisilva, brezos y pinos canarios.
Puedes escoger entre 3 variantes identificados por colores:
- Verde: de 4,2km y duración estimada de 2 horas.
- Naranja: de 5,6km y duración estimada de 3 horas.
- Azúl: de 7,4km y duración estimada de 4 horas.
Para llegar al sendero, debes dirigirte al aparcamiento de La Llanía, muy cerca a la localidad de San Andrés. La ruta comienza en un bonito arco de madera con un cartel que indica el nombre del sendero. En seguida te adentrarás en El Brezal, un espacio increíble, especialmente cuando hay brumas, ya que le da un toque hechizante, como si fuera sacado de un cuento de hadas.
Da igual la variante que decidas escoger, en cualquier caso podrás disfrutar de una rica variedad paisajística, además de contemplar unas impresionantes vistas desde los miradores de Fireba y La Llanía. Desde el primero verás la caldera de Fireba y desde el segundo el imponente valle de El Golfo. Es increíble como en un espacio tan pequeño, podemos disfrutar de tanto contraste.
Garoé, el árbol sagrado
Uno de los lugares más emblemáticos de El Hierro es el Árbol Santo o Árbol Garoé. Un precioso árbol que fue venerado por los primeros pobladores de la isla y que está cargado de leyendas que elevan su misticismo.
Las crónicas durante la época de la conquista en el siglo XV cuentan que en la isla de El Hierro había un árbol que los bimbaches (los aborígenes que habitaban la isla) llamaban Garoé. Los españoles de aquel entonces no conocían otro árbol similar. Las grandes hojas del Garoé eran capaces de atrapar y destilar el agua, que era recogida en grandes oquedades creadas por los propios Bimbaches. Era tan importante que lo consideraban sagrado pues era capaz de abastecer a toda la población de la isla.
Desafortunadamente un terrible huracán lo derribó a comienzos del siglo XVII. Hoy en día, tenemos una réplica que fue plantado en el año 1949 en el mismo emplazamiento que el antiguo, por lo que nos podemos hacer una idea de cómo pudo ser el Garoé.
Hay un centro de interpretación en el que puedes conocer la historia y las leyendas relacionadas con este árbol a través de paneles informativos y materiales fotográficos. Además se expone el fenómeno natural de la lluvia horizontal y se muestra la riqueza arqueológica y cultural de este fascinante lugar.
El entorno donde se encuentra el árbol parece estar cargado de magnetismo. Sin duda, merece la pena visitar este lugar y por eso no podía faltar en esta lista.
Y para los amantes del senderismo, se diseñó la conocida como Ruta del agua. Se trata de un sendero de 16 kilómetros en el que se muestra la importancia del agua y toda la historia que hay detrás.