Guía práctica para visitar La Graciosa: qué ver, ferry, playas y mucho más
La Graciosa es un destino ideal para quienes buscan desconectar del ritmo frenético de la vida diaria y disfrutar de la naturaleza en estado puro. En este artículo, encontrarás la guía más completa para visitar La Graciosa, la octava isla de Canarias.
Si has oído hablar de la octava isla de Canarias, La Graciosa, es posible que tengas dudas sobre cómo llegar a la isla, cómo moverse, cuando ir, que ver, etc. Por lo tanto, el objetivo de este artículo es mostrarte un resumen de todos los aspectos que debes tener en cuenta si tienes pensado visitar esta preciosa isla, así que ponte cómodo y sigue leyendo.
Pero, espera. ¿Cómo que octava isla?¿Las Islas Canarias no estaban formadas por siete islas? Resulta que en en el año 2018, la Comisión General de las Comunidades Autónomas del senado aprobó, por unanimidad, una moción por la que se reconoce a La Graciosa como “la octava isla” habitada del archipiélago canario, dejando de ser considerada como islote. Esta medida le dio el estatus de isla pedanía, sin embargo, políticamente sigue perteneciendo al municipio de Teguise, en la vecina isla de Lanzarote.
Información acerca de La Graciosa
La Graciosa es una pequeña isla de apenas unos 29 km2 situada al norte de Lanzarote y que forma parte de los que se conoce como “archipiélago Chinijo” junto a los islotes de Montaña Clara, Alegranza, Roque del Este y Roque del Oeste.
La isla tiene una población de apenas unos 700 habitantes y cuenta únicamente con dos pueblos: Caleta de Sebo, su capital y donde prácticamente habita toda la población, y el pueblo de Pedro Barba, que se ha convertido en una pequeña comunidad de casas vacacionales.
El 100% del territorio de La Graciosa está reconocido como una reserva natural protegida, formando parte del Parque Natural del Archipiélago Chinijo (palabra local que significa pequeño), un espacio con un importante valor biológico en donde habitan especies protegidas y endémicas de las Islas Canarias, además de ser una Zona de Especial Protección para las Aves, entre las que destacan, la pardela cenicienta, el águila pescadora o el halcón Eleonora.
Su mayor encanto son sus preciosas playas y la tranquilidad que se respira, pues la isla carece de asfalto y las únicas edificaciones que te encontrarás son las bajas casas de los gracioseros. Las calles de su capital, Caleta de Sebo, son de arena. Algo totalmente distinto a lo que podrías ver en las demás islas habitadas de Canarias.
La Graciosa, por tanto, es un lugar ideal para aquellos que buscan relajarse y desconectar de la rutina de la vida urbana, pues brinda una experiencia completamente distinta, donde la naturaleza es protagonista en todo momento.
¿Merece la pena ir a La Graciosa?
Para llegar a La Graciosa, sí o sí, tendrás que viajar a la vecina isla de Lanzarote, única isla que tiene conexión directa con La Graciosa por vía marítima. Por lo tanto, visitar La Graciosa es uno de los numerosos planes que puedes hacer en un viaje a Lanzarote. Si quieres descubrir todos los imprescindibles, te dejamos por aquí nuestro artículo de qué no te puedes perder en Lanzarote.
Dicho lo anterior, muchos se preguntan si merece la pena incluir a La Graciosa en el itinerario de viaje a Lanzarote y la respuesta es clara. Esta isla tiene muchos pros:
- Naturaleza virgen: La Graciosa ha sufrido pocas transformaciones y, tal como comentamos anteriormente, cuenta únicamente con dos pueblos.
- Playas paradisiacas: playas como La Francesa, La Cocina o Las Conchas son de película.
- Tranquilidad y desconexión: pese a que pueda llegar a tener muchos visitantes, la isla es un remanso de paz, lejos del ritmo y bullicio de una ciudad.
- Destino auténtico: con calles sin asfaltar, podrías andar todo el día descalzo.
Ahora bien, también tiene algunos contras que debemos tener en cuenta (no todo iba a ser bueno):
- Se masifica especialmente en verano, cuando es más visitada. Esto se debe a que ha ido ganando mucha popularidad.
- Transporte y acceso: solo es accesible por ferry con horarios limitados. Por otra parte, si hay mala mar, puede que el trayecto no sea del todo satisfactorio.
- Poca variedad: la isla es muy pequeña y su visita se limita a relajarse en sus preciosas playas y recorrerla caminando o en bicicleta (la opción más viable).
En cualquier caso, creemos que los pros superan a los contras y que sí merece la pena visitar La Graciosa, pues ofrece un plan distinto y sus playas estarían en el top incluyendo las de la isla de Lanzarote. Ahora bien, si quieres saber más sobre cómo llegar, cuando ir, como moverse por la isla, entre otros, te invitamos a que continúes leyendo el artículo.
¿Cómo es el clima de La Graciosa?
El clima de La Graciosa es cálido y seco durante todo el año, con temperaturas medias que oscilan entre los 18°C en invierno y los 25°C en verano. Las precipitaciones son escasas, con una media anual de apenas 150 mm. La humedad es relativamente baja, lo que hace que el clima sea agradable incluso en las temperaturas más altas.
El viento es un elemento importante del clima de la isla, soplando con frecuencia del norte y noreste, pudiendo hacerlo ocasionalmente con intensidad, especialmente durante el verano. Otro aspecto a tener en cuenta es la marea, pues solo es posible acceder a la isla de La Graciosa por via marítima, por lo tanto, hay períodos en los que las condiciones meteorológicas serán más o menos favorables.
Si eres de los que te mareas, puede que tengas una mala experiencia durante el trayecto si hace mala mar. No obstante, más adelante en este artículo, te explicamos cuál es la época donde es más probable encontrarte con buen tiempo.
En cualquier caso, podemos decir que La Graciosa, por lo general, goza de un clima ideal para disfrutar de sus playas y actividades al aire libre durante prácticamente todo el año, por lo que es posible visitarla en cualquier momento.
Temporada baja y alta de La Graciosa
Puede que te estés preguntando cuándo hay menos o más visitantes en La Graciosa. Para ello hemos creado una gráfica que muestra el número de visitantes que llegan al puerto de Caleta de Sebo, la capital de la isla, durante cada mes del año.
Con estos datos de afluencia de viajeros a La Graciosa, podemos definir las temporadas turísticas de la siguiente manera:
- Temporada alta: los meses de verano, Julio y Agosto.
- Temporada media: los meses de Junio, Septiembre y Octubre.
- Temporada baja: los meses de noviembre a mayo (exceptuando la Semana Santa)
Entonces, ¿Cuál es la mejor época para visitar La Graciosa?
Como has podido apreciar anteriormente, la climatología de la isla permite que pueda ser visitada prácticamente en cualquier momento del año, por lo que la mejor época para ir a La Graciosa va a depender de tus preferencias:
- Si estás buscando los meses con mejor tiempo, es decir, días soleados con cielos despejados y poco viento, entonces te diríamos Septiembre y Octubre. (debido a que el tiempo es impredecible, no se puede garantizar que vaya a ser bueno al 100%, pero es cuando mayor probabilidad hay de disfrutar de días preciosos).
- Si prefieres ir cuando hay menos afluencia de gente, tendrás que ir durante los meses de noviembre a marzo, pues tal como vimos en el apartado anterior, es temporada baja.
- Si buscas un equilibrio entre menos afluencia de gente y un tiempo agradable, los meses de abril (excepto semana santa) y mayo podrían ser una buena opción.
- Si te vas a alojar unos días en La Graciosa y quieres precios económicos, tendrás que ir en temporada baja: de noviembre a mayo.
¿Cómo ir a La Graciosa?
Como ya hemos comentado, la única forma de llegar a La Graciosa es en ferry desde Lanzarote. Hay dos compañías que ofrecen el servicio de línea regular: Líneas Romero y Biosfera Express. Ambas salen del puerto de Órzola, situada al norte de la isla de Lanzarote, y llegan al puerto de Caleta de Sebo en La Graciosa. El trayecto dura aproximadamente unos 25-30 minutos.
Para que te hagas una idea del coste, el precio del trayecto ida y vuelta para un adulto en 2024 es de 28 €. Los niños, residentes y familias numerosas suelen tener descuentos. Lo mejor es que consultes el precio en la web de ambas compañías.
Además del ferry de línea regular, también se puede visitar La Graciosa mediante una excursión en velero o contratando los servicios de un water taxi.
¿Cuánto tiempo se necesita para ver La Graciosa?
La isla de La Graciosa es perfecta para desconectar, ya sea dedicándole un día completo en tu viaje a Lanzarote o pasando unos días de desconexión total en esta peculiar isla. La mayoría de personas que la visitan van y vienen el mismo día, pues dedicándole un día de tu itinerario de viaje es suficiente para ver los imprescindibles.
No obstante, si te apetece alojarte en La Graciosa y disfrutar de unos días de relax para verlo todo con calma, debes saber que es posible, ya que la isla cuenta con viviendas vacacionales. En cualquier caso, con 2 o 3 días es más que suficiente y realmente sería para aquellas personas que les gusta mucho la tranquilidad y quieran ver la isla con calma.
¿Cómo moverse por La Graciosa?
Puede que te estés preguntando si se puede llevar coche propio o circular por La Graciosa. Y la respuesta es no. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de una isla pequeña, de apenas 29 km2, y que forma parte del Parque Natural del Archipiélago Chinijo. La utilización de automóviles está regulada, por lo que no es posible llevar ni tampoco alquilar un coche en la isla de La Graciosa.
Por lo tanto, los medios que existen para moverse por la isla graciosera son los siguientes:
- A pie: La mejor forma de descubrir los encantos de Caleta de Sebo, el único pueblo de la isla, es paseando por sus calles estrechas y pintorescas, así como disfrutar de las playas más cercanas como la playa El Salado o La Francesa.
- En bicicleta: Alquilar una bicicleta es una opción ideal para explorar las playas y descubrir la isla a pedales. Hay varios negocios de alquiler de bicicleta en Caleta de Sebo, donde atraca el ferry. Si lo tienes claro, lo mejor es ir bien equipado con zapatillas y ropa deportiva. No obstante, si crees que no tienes mucha resistencia o las condiciones físicas necesarias, puedes alquilar una bicicleta eléctica.
- En taxi-Jeep 4×4: Si prefieres una opción más cómoda y no te apetece dar pedales para recorrerte la isla, puedes tomar un taxi-Jeep 4×4 para llegar a los lugares más alejados de la isla como la playa de La Concha.
TopConsejo: si finalmente te decantas por alquilar una bicicleta, te recomendamos llevar una mochila con suficiente agua y algún aperitivo o tentempié, pues aunque la isla sea pequeña, solo podrás comprar en Caleta de Sebo.
Qué ver y hacer en La Graciosa
La Graciosa tiene cierto parecido a algunos pueblitos costeros de Lanzarote como Caleta de Famara, sin embargo, ofrece una experiencia más auténtica, ya que aún conserva su esencia y encanto natural, libre de asfalto y con calles de arena. A continuación, te presentamos algunos de los lugares imprescindibles y que no te puedes perder en La Graciosa:
- Caleta de Sebo: es la capital y el primer lugar que te encontrarás nada más poner pie en la isla. Un pueblo encantador con calles de arena y casas blancas. Aquí encontrarás restaurantes, tiendas y bares para disfrutar del ambiente local. También cuenta con el Museo Chinijo, un pequeño museo donde puedes conocer el origen y demás curiosidades del archipiélago chinijo.
- Playa de Las Conchas: es la playa más bonita de La Graciosa. Se encuentra al norte de la isla, a los pies de la Montaña Bermeja y con unas impresionantes vistas del islote de Montaña Clara. El problema es que es muy peligrosa por sus fuertes corrientes y continuo oleaje, por lo que el baño está prohibido. No obstante, merece la pena pasear por la orilla y disfrutar del entorno salvaje.
- Montaña Bermeja: es un montaña muy llamativa por su color rojizo. Desde sus 157 metros de altura podrás contemplar una bonita panorámica de todo el archipiélago Chinijo: Montaña Clara, Alegranza, Roque del Este y Roque del Oeste.
- Playa de La Francesa: es la playa más popular de La Graciosa debido a sus aguas turquesas y arena dorada, además que, a diferencia de Las Conchas, esta playa cuenta con unas aguas más tranquilas y aptas para el baño. Por lo tanto, es el lugar ideal si quieres estar un buen rato disfrutando en la playa bajo el agradable sol canario.
- Pueblo Pedro Barba: La Graciosa únicamente cuenta con dos pueblos y el más pequeño es el de Pedro Barba que parece estar desierto durante todo el año, ya que tiene mucha menos vida que Caleta de Sebo. Este pueblito costero cuenta con una pequeña playa y un muellito.
- Playa Montaña Amarilla: a escasos minutos de la playa de La Francesa, se encuentra esta preciosa cala, también conocida como la Playa de La Cocina. Ofrece un paisaje de película con los contrastes del agua turquesa y el amarillo de la montaña.
Si te estás preguntando si puedes visitar todos estos lugares dedicándolo todo el día, la respuesta es que, con una correcta planificación, sí es posible. Si tienes una buena condición física y sueles hacer deporte habitualmente, podrás hacerlo dando pedales en una bicicleta, de lo contrario, podrás ir en bicicleta eléctrica.
No obstante, las carreteras son de tierra y puede que no estén en condiciones muy óptimas, por lo que si prefieres comodidad, tienes la opción de desplazarte en Jeep 4×4. Todo depende de tus preferencias.
¿Qué llevar a La Graciosa?
Para visitar La Graciosa debes llevar ropa cómoda que sea ligera y transpirable, calzado cómodo (unas zapatillas para caminar), gorra o sombrero (pues apenas hay sombra en la isla), gafas de sol y protector solar, toalla, bañador o bikini, sandalias de playa, botella de agua, algo de comida y una mochila donde llevar las cosas.
Si tienes pensado quedarte unos días en La Graciosa, puedes llevar algo más de equipaje, pero siempre sin excederte, ya que no será necesario tanto equipaje. Piensa que es una isla pequeña con pocas cosas que hacer. Quien se queda en esta isla es porque está buscando tranquilidad.
Consulta aquí nuestro Checklist sobre las cosas que debes llevar a La Graciosa
¿Dónde comer en La Graciosa?
Ya hemos explicado que si vas a realizar una excursión durante todo el día en La Graciosa desde temprano hasta la tarde, lo mejor es que lleves una mochila con algo para comer o puedes hacerte un bocata.
Sin embargo, después de una larga jornada descubriendo lo más bonito de La Graciosa, lo normal es que estés agotado, y más si has decidido alquilar una bicicleta, por lo que, no dudes en sentarte a comer en algún restaurante de Caleta de Sebo y deleitarte con la gastronomía canaria y degustar el pescado fresco de la isla.
Estos son los restaurantes mejor valorados en Google.
- Bar Restaurante Enriqueta (el mejor valorado)
- Bar Restaurante La Caletilla Casa Chano (familiar y acogedor)
- Rosa`s la lía (buena opción para desayunar)
Por último, unos consejos prácticos para visitar La Graciosa
Para aprovechar al máximo tu visita a La Graciosa, aquí te presentamos algunos consejos prácticos que debes tener en cuenta:
- Si tienes pensado quedarte alguna noche a dormir en La Graciosa, reserva tu alojamiento con antelación, especialmente si viajas en temporada alta.
- La acampada libre no está permitida en toda la isla.
- Lleva ropa cómoda y fresca, así como protector solar, gafas de sol y sombrero o gorra. Esto es muy importante porque en la isla no hay sombra.
- No te olvides de la toalla y el bañador o bikini para darte un chapuzón en cualquiera de sus preciosas playas.
- Lleva una mochila con lo anterior y además cuenta con suficientes alimentos y bebidas antes de comenzar tu aventura en La Graciosa. En especial, si tienes pensado recorrerla en bicicleta. Puedes obtener todo lo esencial en Lanzarote o en Caleta de Sebo, el único lugar con tiendas y restaurantes en La Graciosa.
- Es recomendable llevar dinero en efectivo por si acaso.
- Relájate y disfruta de la tranquilidad y la belleza natural de esta preciosa isla.
- Por último, pero no menos importante, respeta el medio ambiente y no dejes basura en las playas ni en los senderos. Tampoco transites por zonas que no estén delimitadas ni recojas objetos naturales de la isla. Recuerda que toda la isla de La Graciosa se encuentra en un parque natural protegido y hay que respetar las normas para preservar su naturaleza.